Un viaje rápido...

El día de ayer (miércoles 03.12.08) me fui a mi casa en Coatepeque... tenía más de un mes de ir a visitar a mi mamá... los compromisos de montañismos se habían vuelto un problema, combinar el trabajo, los amigos, la Universidad, los eventos sociales, la familia y los eventos de montaña ha sido difícil desde la decisión de participar en la expedición a México a finales de este año.

Pero mi familia ha tomado muy bien lo del compromiso con la montaña, han visto y aplaudido mi cambio... claro no solo ha sido la montaña, sino toda una motivación de cambio interno apoyado entre otras cosas por el Budismo, pero de eso ya les contaré más adelante (cuando haya madurado!).

De improviso, la semana pasada decidí buscar un día para llegar a visitarlo, puesto que aún faltan 2 fines de semana para entrenar y el último fin de semana libre lo tengo que dedicar a revisión de ropa y equipo para el viaje, así que agarré mis dos @rrobas de azúcar que el ingenio da (1 al mes), las metí al carro (si no se me olvidan) y esperar para agarrar camino cualquier día.

A todo lo que me anda dando vuelta en la cabeza, súmenle que mi hermanita está en su primer embarazo y de gemelos!!!! así que se imaginan los nervios que rondan en la casa... no me quita el sueño, pero no me deja de preocupar...menos mal se ve que mi cuñado si está colgado y super vivo con la situación de los gemelitos... que si no estuviera más ahueavado...

Pues coincidieron mis ganas de ver a la family, la entrega de la ración de azúcar (jejejeje) y que vino una mi compra de EE.UU. (mi nueva cámara fotográfica) y decidí agarrar viaje...

El motivo de este post era porque el tráfico hacia la frontera, en estos tiempos de zafra es bien jodido a la altura de Suchitepéquez, confluyen el trafico normal de trailer bananeros y de fletes con los cañeros de diversos Ingenios, principalmente Ingenio Palo Gordo e Ingenio El Pilar, que hacen un viaje lento...

Pero fue un viaje de puros recuerdos... iba concentrado en tener una buena cena con familia cuando me vino el olor a caña procesada, aquel olor dulzón entre mieles y azúcar final que tanto me recordaba mis inicios en el campo...

Ya llegando a El Xab, Reu, pasa un por las famosas plantaciones de hule de la Finca El Carmen, una ráfaga de viento llevó hasta el carro el olor del hule (hevea)... y también me trajo recuerdos cuando trabaje en mi E.P.S. en la finca San Martín Chiquito, ahi nomás a la vuelta de esa finca.

Y cuando ya estaba cerca del cruce de Colomba (Las Victorias) el olor del beneficiado húmedo y seco del café... tal vez no el más dulce de todos los olores, pero vaya que tocaron ese lado del cerebro donde uno asocia los olores con eventos pasados...

Tiempos buenos, tiempos regulares, tiempos malos... eso si... todos en el pasado, muy guardados por ahi, hasta que florecieron esa noche... menos mal iba rápido y tarde... no le dí mucha importancia a los malos recuerdos, cada olor me recordó una etapa en mi vida, etapas que he superado, y muy bien...

Por eso estoy acá, escribiendo esto...