Nuestro conteo Gregoriano terminó el 31 de diciembre pasado. Personalmente un 2010 cargado de muchas emociones: nacimientos y muertes... lágrimas y sollozos... victorias y derrotas...
No empecé el 2010 con nuevos objetivos o con nuevos retos, ya tenía muchos pendientes... y el 2011 fue igual. Por esto estuve mucho tiempo pensando que escribir como primer post para este año.
Me di cuenta que las buenos propósitos duran lo que dura el cargo de conciencia. Tu peso, tus relaciones o tus finanzas... es mejor proponértelo por fases. Yo tengo varias ideas en la cabeza que iré asentando conforme pasen los meses, no puedo con todas ahora.
Así que se acercaba ese día del año que muchos utilizan como excusa para beber y beber (vaya excusa, nunca he necesitado un día específico para hacerlo) abrazar a la vecina y amanecer bebiendo (de nuevo).
Y por eso, y a pesar de no tener muchas ganas que digamos, no quise caer en la redes del trago y tomé mi mochila, revisé equipo y me dirigí con mis amigos de siempre en busca de un refugio para esta fecha del año. Como quien quisiera expiar muchas culpas a base de agotamiento físico (como ocurrió en el volcán San Pedro este año) así me dediqué a caminar. Bien lo mencionó mi amigo Villatoro en su "breve" relato, iba caminando con una lucha interior, por momentos solo me alcanzaba para dar 25 pasos, no más y me paraba a respirar otras tantas mas. Fue un ascenso de lo más brutal!!
Desde poner un pie en la aldea La Soledad hasta el mismímiso regreso, requirió de concentración y entrega de cada jornada. Un fin de año increíble junto a los que considero casi mis hermanos, ya ha quedado demostrado que no se necesita tener el mismo ADN para tener estos lazos, y en especial con los que durante estos días tuve el honor de acompañar. Faltaron algunos, muchos quizá, que siempre han aportado a la montaña... pero estuvimos los que fuimos... y somos los que estuvimos arriba.
Compartir 2 días en la montaña no se hace cualquier fin de semana, y este fin de ciclo lo quise pasar allá, donde tus pensamientos vuelan, donde tu espíritu se conecta:
No regresé tranformado, ni con un halo de santidad ni mucho menos iluminado. Solo regresé feliz, por una y mil cosas... creo el aire de la montaña me sienta muy bien... regresé algo tostado por el sol, y adolorido de los pies por caminar mal... pero contento.
http://picasaweb.google.com/13cielos/VolcanAcatenango311210#
No empecé el 2010 con nuevos objetivos o con nuevos retos, ya tenía muchos pendientes... y el 2011 fue igual. Por esto estuve mucho tiempo pensando que escribir como primer post para este año.
Me di cuenta que las buenos propósitos duran lo que dura el cargo de conciencia. Tu peso, tus relaciones o tus finanzas... es mejor proponértelo por fases. Yo tengo varias ideas en la cabeza que iré asentando conforme pasen los meses, no puedo con todas ahora.
Así que se acercaba ese día del año que muchos utilizan como excusa para beber y beber (vaya excusa, nunca he necesitado un día específico para hacerlo) abrazar a la vecina y amanecer bebiendo (de nuevo).
Y por eso, y a pesar de no tener muchas ganas que digamos, no quise caer en la redes del trago y tomé mi mochila, revisé equipo y me dirigí con mis amigos de siempre en busca de un refugio para esta fecha del año. Como quien quisiera expiar muchas culpas a base de agotamiento físico (como ocurrió en el volcán San Pedro este año) así me dediqué a caminar. Bien lo mencionó mi amigo Villatoro en su "breve" relato, iba caminando con una lucha interior, por momentos solo me alcanzaba para dar 25 pasos, no más y me paraba a respirar otras tantas mas. Fue un ascenso de lo más brutal!!
Desde poner un pie en la aldea La Soledad hasta el mismímiso regreso, requirió de concentración y entrega de cada jornada. Un fin de año increíble junto a los que considero casi mis hermanos, ya ha quedado demostrado que no se necesita tener el mismo ADN para tener estos lazos, y en especial con los que durante estos días tuve el honor de acompañar. Faltaron algunos, muchos quizá, que siempre han aportado a la montaña... pero estuvimos los que fuimos... y somos los que estuvimos arriba.
Compartir 2 días en la montaña no se hace cualquier fin de semana, y este fin de ciclo lo quise pasar allá, donde tus pensamientos vuelan, donde tu espíritu se conecta:
No regresé tranformado, ni con un halo de santidad ni mucho menos iluminado. Solo regresé feliz, por una y mil cosas... creo el aire de la montaña me sienta muy bien... regresé algo tostado por el sol, y adolorido de los pies por caminar mal... pero contento.
http://picasaweb.google.com/13cielos/VolcanAcatenango311210#
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