El Kailāsh es un monte en la cadena Gangdisê (parte de los Himalayas), en Tíbet. Allí se originan algunos de los ríos más largos de Asia:
- el Indo (que desagua en el mar Arábigo),
- el Sutlej (afluente del Indo) y
- el Brahmaputra (que desagua en el golfo de Bengala).
La montaña se encuentra cerca del lago Mana Sarovar (‘lago de la mente’) y el lago Rakshas Tal. Es el único monte importante en todo el mundo que no tiene ningún intento conocido de escalamiento.
Significado religioso
Hinduismo
De acuerdo con la mitología hindú, Shivá, el dios de la destrucción, reside en la cumbre de este legendario monte Kailāsh. El Kailāsh es visto en algunos credos del hinduismo como el paraíso y último destino de las almas.
La tradición afirma que la montaña es el linga (falo) del dios Shivá y el lago Mana Sarovar, situado en su valle, como la yoni (vulva) de su consorte Párvati. Según la descripción de los Puranas, el monte Kailāsh es el pilar y centro del mándala del mundo. Sus cuatro laderas están hechas de cristal, rubí, oro y lapislázuli. Tiene 84 000 leguas de altura. Está situado en el corazón de seis cadenas montañosas, simbolizando un loto indio. Entonces los cuatro ríos que fluyen desde el Kailāsh fluyen a los cuatro extremos del mundo y lo dividen en cuatro regiones.
El mayor y más importante templo en roca de las cuevas de Ellora (en Maharashtra, al occidente de la India) toma su nombre de este monte Kailāsh. Muchas de sus esculturas e imágenes en relieve representan episodios relativos a Shivá y Párvati, incluyendo el intento del demonio Ravana de sacudir el monte Kailāsh.
Budismo
Los budistas tántricos creen que Kailāsh es el hogar del buda Demchok (también conocido como Demchog o Chakrasamvara), que representa la máxima dicha. Se dice que Milarepa, campeón del budismo tántrico, llegó al Tíbet para retar a Naro-Bonchung, campeón de la religión Bön del Tíbet. Los dos magos se enzarzaron en una terrible batalla mágica, pero ninguno fue capaz de lograr una ventaja decisiva. Finalmente, se acordó que el que primero en lograr alcanzar la cima del Kailāsh sería el ganador. Mientras que Naro-Bonchung se sentó sobre su tambor mágico, elevándose sobre la cuesta, los partidarios de Milarepa se quedaron atónitos al ver que éste se quedaba sentado y meditando. Finalmente, cuando Naro-Bonchung casi había llegado a la cima, Milarepa entró de repente en acción y le adelantó montando en los rayos del sol, ganando por tanto la competición y llevando el budismo al Tíbet.
Peregrinación al monte Kailāsh
Cada año, miles de personas realizan una peregrinación al monte Kailāsh, siguiendo una tradición que se remonta a varios siglos atrás. Los peregrinos de varias religiones creen que circunvalar el monte a pie es un ritual que genera buena fortuna. Los hindúes y los budistas creen que esta circunvalación debe hacerse en la dirección de las manecillas del reloj, mientras que los jainistas y los bönpo lo hacen al revés. Ambos grupos creen firmemente que los demás ofenden a la montaña, por lo que deben ir un tiempo al infierno, para pagar ese pecado contra el Señor Śiva. El sendero alrededor del monte Kailāsh mide 52 km de longitud.
En un solo día
Algunos peregrinos creen que —para que tenga el efecto auspicioso— toda la caminata se debe hacer en un solo día. Esto no es fácil: una persona en muy buen estado físico debería caminar unas 15 horas a paso normal para completar el recorrido de 52 km (a unos 3,5 km/h). Muchos devotos logran cumplir esta hazaña, frenados por el terreno desparejo y el mal de altura.
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